Ya asoman tus hojas nuevas
como vidas recién nacidas
mientras yo sumo un año más
en mi carrera hacia el ocaso.
Me gusta verlas brotar
sobre tu esqueleto de ramas grises.
Frágiles y brillantes,
diminutas premoniciones
del denso follaje
que me protegerá
del sol del verano.
Cada vez que vuelven
traen consigo la esperanza
de que la vida no solo sigue
sino que se hace nueva
cada año,
cada día.
Para algunos,
en sus edades
para mi,
en mi alma.
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