Tag: Plaza de San Francisco

  • El ruiseñor de la Papelera

    El ruiseñor de la Papelera

    Llegaba con la noche para robarme el alma y yo le dejaba entrar sin rasgar el silencio para no perturbar su canto que alegraba la oscuridad. Me susurraba colores brillantes y me desbrozaba mundos ignotos que mis ojos jamás vieron y mis pies nunca hollaron. Mis nervios rotos entre teclados y pantallas comenzaban a danzar…

  • Ciruelos negros

    Mi plaza se ha despertado vestida de flores de invierno tardío que anuncian tiempos de bonanza para quienes aman la primavera. Los ciruelos negros estallan en corolas rosadas antes de mostrar sus hojas brillantes, pero oscuras. Es como la risa alegre y efimera que deja un rescoldo dulce en el alma cuajada de penas y…

  • Invierno

    No todas las noches son igual de negras ni tienen la vida muerta apoyada en su alféizar No todas las auroras despiertan luminosas ni estallan en colores de brillantes esperanzas. El suelo mojado diluye las lágrimas de penas profundas como hondas simas. El viento helado se enreda en el pelo para despertar ideas escondidas. No…

  • La mirada elegida

    Las miradas errantes pueden encontrar realidades viles o sorpresas bellas y entretenerse en las que desee el corazón que las lanza de un lado a otro La vida está hecha, como un jardín, de flores y fango diversos pero atados. Hay quien sólo ve el barro que mancha la suela de sus zapatos. A mí…

  • Fantasías viejas y nuevas

    Todas las tardes espero en la frontera de la Calle Nueva como una madre joven a la puerta de las escuelas Pero a mí ya me han caído muchas nevadas sobre mi cabeza gris y ahora me ocupo de la tercera infancia Y mientras algunos padres curzan la plaza con sus niños a hombros, yo…

  • La campana muda

    Cuando la vida corre por mil fragmentos de rutinas apresuradas y metas frustradas El alma se ahoga como un pez en el aire dando bocanadas desesperadas. El tiempo se escapa en una carrera despiadada y ni los relojes pueden contenerlo. Las agujas, en su ritmo impasible no ven como las horas se convierten en minutos…

  • Balón perdido

    ¿Quién me librará de mi trampa de alambre y piedra? Mientras nadie mire a mi desdicha abandonada, mis esperanzas son tan vanas como un suspiro. Ayer era imprescindible: sin mí no había alegría. Hoy soy historia rota. He corrido presto en todas direcciones a donde me mandaran los pies infantiles que pueblan mi plaza cada…

  • El último día del año

    ¿Qué tiene de especial una hoja de calendario que dará paso a otra en un nuevo mural? Los días transcurren impasibles a su ritmo, pero somos nosotros los que marcamos sus hitos. Mañana seremos tan solo un día más viejos y no nos separará un año de lo vivido hoy. Pero aún así nos despedimos…

  • Recuerdos escondidos

    Como niños traviesos juegan al escondite con las emociones Esperan agazapados bajo un banco rojo o detrás de una verja de mi vieja plaza llena de vida y de ilusiones. Asaltan la mente como maleantes sin pedir permiso. Y hieren el corazón con la puntería de Guillermo Tell. Un sonido, una sonrisa, la brisa fresca…

  • Peregrinos

    Incontables pasos han hollado la ruta que atraviesa mi barrio camino de Santiago Millones de historias que llenarían novelas han pasado cargadas en espaldas silenciosas Siguen la ruta conocida con una meta precisa aunque esté lejos y augure arduos altibajos. Los miramos pasar con curiosidad y cierta añoranza de la aventura perdida. ¡Quién pudiera abandonar…

Exit mobile version