Duermen las calles húmedas en el silencio fugaz de la madrugada. Sueñan pequeños y mayores con sus dispares fantasías. El día está de estreno sin desvelar sus dramas y gozos A la espera de que suenen las campanas de las torres antiguas de mi barrio o pongan en marcha los motores de los camiones de la basura. Lloverán risas, arderán lágrimas, dolerán soledades, despertarán dramas, se apagarán historias, surgirán esperanzas. Se desvelarán villanos y héroes, como en las grandes leyendas, pero viviendo en el secreto de las esquinas familiares. Y cuando llegue la noche, después de que el último rezagado abandone el asfalto acristalado para buscar refugio, mi calle mojada seguirá montando guardia ante las tragedias y alegrías que encierran en silencio sus casas antiguas y bellas.
Espacio para ideas y comentariosCancelar respuesta