No todas las noches
son igual de negras
ni tienen la vida muerta
apoyada en su alféizar

No todas las auroras
despiertan luminosas
ni estallan en colores
de brillantes esperanzas.

El suelo mojado
diluye las lágrimas
de penas profundas
como hondas simas.

El viento helado
se enreda en el pelo
para despertar 
ideas escondidas.

No todos los hogares
reciben con calor
y arrullan con paz
a los suyos.

He sobrevivido
noches muertas
auroras de plomo
y hielo en la mente.

Pero siempre 
me ha esperado
el amor inmerecido
al volver a casa.

Y con él,
el ancla de la cordura,
la alegría verdadera
y la esperanza.

-Gracias.



 









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