No todas las noches son igual de negras ni tienen la vida muerta apoyada en su alféizar No todas las auroras despiertan luminosas ni estallan en colores de brillantes esperanzas. El suelo mojado diluye las lágrimas de penas profundas como hondas simas. El viento helado se enreda en el pelo para despertar ideas escondidas. No todos los hogares reciben con calor y arrullan con paz a los suyos. He sobrevivido noches muertas auroras de plomo y hielo en la mente. Pero siempre me ha esperado el amor inmerecido al volver a casa. Y con él, el ancla de la cordura, la alegría verdadera y la esperanza. -Gracias.
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