Me gusta verte danzar
sobre los tejados de mi plaza
los días nublados
mientras los vecinos
suben las persianas.
A veces te enredas
en una falda de vuelo y flores
o dibujas coreografías imposibles
con papeles descartados
abajo, donde se apresuran los pasos.
Cuando juegas con mi pelo
y me limpias la cara
con tu energía fresca,
cierro los ojos
para soñar con bosques y mares.
Un balón que pasa rozando
impulsdo por los niños alegres
me devuelve a la realidad
de piedra, tejas y estuco
que siempre me acuna.
¿Desde dónde has venido,
viento de la mañana,
que me traes aromas
de luces desconocidas
a mi espacio previsible?
Cuando te vea otra vez
bailar en lo alto
bajaré a buscarte
para soñar contigo
con los mundos que deseo.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando…
Espacio para ideas y comentarios