Mediterráneo
Mediterráneo

Mediterráneo

No he podido resistirme a tu llamada
potente, tentadora, como canto de sirena,
que me invita a lanzarme a tus brazos
y dejarme envolver por tus olas
que bullen en mi sangre.

Toda la historia de mi linaje 
está vinculado a tu espacio 
de luz  brillante y agua azul zafiro
y cuando vuelvo a ti, como hijo pródigo
me asombro de mi vida tierra adentro.

En ti descansan mis ojos y mi alma.
Tu orilla me encadena a la añorada costa
de mis queridas islas y calas adriáticas
bañadas por tus mismas aguas
cargadas de historia, dramas y encuentros.

Mis cuerpo mojado, hijo del exilio
llora por las tragedias de los que todavía huyen
buscando una vida en paz
surcando tus rutas
a veces traicioneras. 

Mis ojos cansados escrutan el horizonte
en busca de recuerdos felices
de los años dulces con quienes me enseñaron
a amar esta masa de agua y salitre 
que encierra en ella tantas penas y alegrías.

No quiero ser un Homero buscando su Itaca. 
Pero cada vez que vuelvo a tus orillas
añoro las costas de mi tierra
y me pregunto si la vida algún día 
me llevará hasta allí en un bucle inesperado.

Buenas noches, mar de mi vida y mi nostalgia.
Dentro de poco volveré a mi puesto tierra adentro
y seguiré asombrándome de mi vida sin ti
mientras me alegro con las risas de los niños
que juegan en el parque de mi plaza. 

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